Desafiando lo establecido: Innovación y resiliencia en organizaciones públicas
Autor: Patricia Becerra Inostroza / Fecha: 2024-04-09
En Chile, la Ley N°19.880 establece en su Artículo 4° los principios que rigen a la administración pública y en estos podemos destacar la celeridad; economía procedimental; no formalización; y aquellos relativos a los medios electrónicos (neutralidad tecnológica, de actualización, de equivalencia funcional, de fidelidad, de interoperabilidad y de cooperación), dando cuenta que existe un respaldo legal para que las instituciones busquen la innovación y la modernización.
Ante esto, es válido preguntarse ¿está el Estado innovando?, ¿leyes como la N°21.180 sobre Transformación Digital del Estado, son suficientes?. Es una impresión generalizada y de connotación negativa que los organismos públicos son burocráticos. Quiero ser clara al decir que la burocracia ES necesaria y que existe para resguardar el bienestar de todos a través de procedimientos. Pero en mis años de experiencia profesional en el sector público, también he visto como la burocracia se utiliza como excusa ante las nuevas ideas o propuestas, que, en instituciones rígidas y resistentes al cambio, se manifiestan utilizando frases como “la ley no lo permite” o “no hay presupuesto para eso”.
Sin embargo, este paradigma va perdiendo fuerza cada vez más. Al igual que en un edificio existen pilares de fierro que sostienen la estructura y evitan que se desmorone ante cualquier cambio estético, es posible innovar y modernizar los organismos públicos manteniendo la estructura esencial de sus normas y presupuesto. De esto puede dar cuenta la IV medición del Índice de Innovación Pública (2022) del Laboratorio de Gobierno (LabGob), la cual señala que los Recursos Institucionales, los cuales son una dimensión habilitante, es decir, proveen las capacidades, condiciones y/o medios para la innovación, tuvo el mayor crecimiento en los servicios públicos, respecto del año anterior.
Esta dimensión se compone de cuatro capacidades, entre ellas la Estrategia y Gobernanza, la cual obtuvo el mayor avance, y que no es otra cosa que la creación de ideas, estrategias, incluso áreas, departamentos o equipos que se dedican a la innovación.
Estas mediciones demuestran todo el trabajo de aquellos profesionales del Estado que han creado propuestas de mejoras por iniciativa propia; que han explicado a cada nueva jefatura las ventajas de nuevas formas y mejoras de la experiencia del usuario; que han invertido tiempo y recurso personal en investigar o estudiar, con tal de encontrar alternativas que permitan hacer un uso más eficiente y efectivo de los recursos públicos disponibles, y un sinfín de esfuerzos por alcanzar más y mejores resultados y cambios, a través de la innovación y la modernización.
La invitación es continuar creando, buscando, estudiando, opinando, comunicando, o colaborando para conseguir ese pequeño cambio en el procedimiento, que beneficie el quehacer de nuestras funciones, pero también a quienes servimos en nuestros cargos. No olvidemos que estas pequeñas (grandes) acciones pueden ser los cambios necesarios para generar reformas más amplias y profundas.
